A casi 300 kms. de Buenos Aires, conjugando armónicamente su vocación de gran metrópoli con su temperamento relajado de pueblo de provincia, esta ciudad de cara al río que tradicionalmente se ha disputado con Córdoba el sospechoso privilegio de ser la segunda más poblada de la Argentina, seduce con sus propuestas tradicionales a las que se ha sumado una costanera redescubierta.
Se impone, entonces, viajar a Rosario, en la provincia de Santa Fé.
Para dejar de lado toda pretensión de originalidad, comenzamos por el magnífico Monumento a la Bandera. Asentado frente al río Paraná, posee una torre de 70 m de altura con mirador en la cima, una cripta en homenaje al General Manuel Belgrano, un Patio Cívico y un Propileo (tradicional construcción de imponentes columnas), y una Urna cineraria al Soldado Desconocido (de la batalla de San Lorenzo).
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En el subsuelo del propileo se halla la Sala de Honor de las Banderas de América.
Desde la calle Buenos Aires, entre la Catedral y el Palacio de los Leones, el pasaje peatonal Juramento une la plaza 25 de Mayo con el Propileo, brindando una vista privilegiada del monumento.
Por su parte, la peatonal Córdoba no sólo ofrece gran variedad de locales y galerías comerciales, sino que también ostenta edificios de elaborada riqueza arquitectónica, testigos inmóviles del moderado ajetreo de este sector céntrico, donde los rosarinos siempre encuentran el momento para compartir una charla, café de por medio.
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Y si de cafés se trata, no se puede olvidar que Rosario es orgullosa residencia del segundo bar más frecuentado de Argentina, el segundo que más cafés vende, después de La Biella en el barrio de la Recoleta, en Buenos Aires. Es el bar El Cairo.
Primer hogar (se presume que el segundo sería su domicilio) de Roberto «el Negro» Fontanarrosa , uno de los destacados rosarinos que tanto han aportado a la cultura, El Cairo ofrece un ambiente renovado, sin perder su calidez tradicional, donde siempre permance reservada para el Negro «su mesa» con «su pocillo» de café.
Por último no se puede dejar de mencionar su recuperada costanera. Después de haber sido durante años una de esas ciudades que daban la espalda a su río, Rosario ha redescubierto sus encantos tras una serie de obras que han permitido recobrar el disfrute de las aguas del Paraná. Con espacios verdes de uso público y emprendimientos gastronómicos para todos los gustos, en la costanera rosarina se puede pasar un día agradable y relajado, con la refrescante brisa que llega del río. Ideal para una escapada a Rosario en algún feriado de Argentina.
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También desde la costanera se puede apreciar el puente que une esta ciudad santafesina con la entrerriana de Victoria, una imponente estructura de 610 metros que recibió el nombre oficial de Puente Nuestra Señora del Rosario.
Bella Rosario, para mi gusto una de las ciudades mas lindas de Argentina, lamentablemente no tan visitada excepto por quienes van «de fiesta», Rosario tiene muhcisimas opciones turisticas, recomiendo visitarla!!
Totalmente Emiliano! Es una hermosa ciudad para visitar!
Una ciudad perfecta para una escapada de un fin de semana desde Buenos Aires. VOy siempre con amigos y la pasamos espectacular, tiene un clima humano único en Argentina!!!